No olvides ser amable contigo mismo. Atesora tu identidad sin la comparación con otros y su validación. ¿Quiénes son ellos? ¿Lo sabes realmente? Lo que ves es sólo la fachada. Lo que ocurre detrás de las puertas cerradas -en la mayoría de las personas- no lo vemos.
No te sabotees con pensamientos negativos. Aprenda a hablarle a su cerebro de forma positiva y convierta todo lo negativo en positivo.
No sigas golpeando las puertas cerradas. Eso es otra cosa. Sigues esperando algo de alguien que claramente está en otra órbita del alma. No pueden hacer más, no lo tienen en su interior. Por lo tanto, déjalo ir. No lo veas como un rechazo o un abandono. Es simplemente su incapacidad para hacer más.
Se dice que “no esperes que un perro toque el piano”. Esto es cierto en todos los aspectos de nuestra vida en los que sentimos que la gente nos decepciona. Simplemente no pueden y no estarán en la misma órbita que nosotros en esta vida. ¿Por qué entonces nos enfadamos, nos frustramos y nos sentimos defraudados y débiles cuando los demás no nos responden adecuadamente? No lo tienen en su interior. Entonces nos hacemos daño a nosotros mismos con expectativas que nunca podrán cumplirse. Necesitamos entender que no estamos definidos por aquellos que nos rodean y que nos dan o no su validación o aceptación, o aprobación.
Necesitamos encontrar primero nuestra autoestima para tener una relación más sana con nosotros mismos y luego con el mundo que nos rodea. Necesitamos amarnos a nosotros mismos indistintamente del amor o la falta de amor de los demás hacia nosotros. Tenemos que dejar de “doblegarnos” a los gustos o disgustos caprichosos de los demás hacia nosotros. Necesitamos dejar de sabotearnos si alguien no nos quiere, no está de acuerdo con nosotros, no nos quiere, no nos necesita…
No estamos aquí para complacer al mundo al que, en última instancia, nunca podremos complacer. Incluso las personas más cercanas a nosotros tienen sus propios “gremlins”, no podemos estar ahí en espera para complacerlos o buscar su validación. Esto sólo reduciría nuestra autoestima y nos haría más daño.
¿Por qué sabotearnos con pensamientos negativos y enfermarnos? Debemos pensar en nosotros mismos como “islas”, islas flotantes en el mar de la Vida. Nuestra isla 🏝 es todo lo que necesitamos y queremos. Está equipada con todo lo que necesitamos para ser felices. ¿Por qué entonces mirar otras islas flotantes y compararnos?
Lo que vemos es sólo un “espejismo”, una perspectiva de la realidad que esconde muchas veces la verdad detrás de muros sellados. Y cuando nos comparamos con las islas flotantes de los demás, que nunca podemos ver realmente detrás de esos muros de la fortaleza, acabamos en una vorágine de dudas sobre nosotros mismos y sintiéndonos mal. Bajamos nuestra autoestima.
Aprende a ser feliz en tu propia isla y saca lo mejor de lo que te han dado. Sí, mejórala, cuídala, “embellécela” de muchas maneras, ya que es tuya y trabaja en ella, pero no la sabotees comparándola con las islas de los demás.
Un tipo Creativo 